Considero que los rasgos y cualidades que debemos mostrar o esconder dependen del puesto de trabajo al que postulemos y, sobre todo, del ambiente de trabajo de la empresa o que uno busque. Pongo un ejemplo, tengo TDAH, y en mi última entrevista de trabajo lo comenté, ya que considero que no tiene por qué ser negativo, puesto que depende de las estrategias que uno emplee. Aun así, decidí decirlo porque a veces la parte organizativa me falla y, por ello, me apunto todo más de una vez. Asimismo, soy una persona muy creativa y curiosa y mi pasión es la enseñanza, y esto es lo que debo resaltar, pero sin esconder ciertos rasgos “negativos”, ya que un buen líder puede ayudar a atenuarlos.
Todo depende de lo desesperado que uno esté por encontrar un trabajo. Si por razones de la vida debo encontrar uno con rapidez, no me preocuparé de que sea el mejor trabajo y aceptaré adaptarme y sacrificarme más. Por otro lado, si estuviera en una mejor posición y pudiera permitirme decir que no a un puesto de trabajo, no estaría dispuesta a sacrificar horas de sueño, conciliación familiar y de estudios, aficiones personales, etc. Todo depende de las circunstancias del momento.
Por último, considero que la imagen personal no es un reflejo de las aptitudes profesionales ni cualificaciones y, por ende, no se tendría que tener en cuenta en el momento de contratar a alguien. Por esta razón, en los CV no debería aceptarse fotografías.